El número de operaciones se derrumbó 50% en un año
Referentes del Colegio de Martilleros de la Provincia de Bueno Aires atribuyeron la caída a la falta de crédito y la disparada del dólar. Además, indicaron que muchos potenciales vendedores también retiraron sus propiedades del mercado ante la fuerte caída de la valuación. Y, aseguran que hacia el futuro, el panorama no es más alentador: “No hay ninguna expectativa positiva de que esto pueda cambiar”.
“Las operaciones de compraventa de inmuebles en la provincia tuvieron una caída histórica que supera el 50 por ciento y lo alarmante es que semejante retracción se dio en apenas un año: de marzo de 2018 al mismo mes de este año”, aseguró Juan Carlos Donsanto, Presidente del Colegio de Martilleros de la Provincia de Buenos Aires.
Es que mientras que en marzo del año pasado las escrituras registradas fueron 11.954, las concretadas en ese mes de este año fueron 5.968, menos de la mitad. El relevamiento completo arrojó que fueron 5.990 operaciones menos las realizadas de mes a mes interanual. Una caída levemente por encima del 50 por ciento en un año. Y aunque todo llevaría a pensar que con este escenario se llegó a un piso en el nivel de actividad inmobiliaria, Donsanto enfatizó que “lo peor es que no hay ninguna expectativa positiva de que esto pueda cambiar”.
“En el sector hay una gran crisis que se replica en la industria automotriz o en la actividad comercial y, por supuesto, nosotros no estamos ajenos a la situación que se está viviendo”, agregó el Presidente de Martilleros BA. Pero más allá de esto, el número de operaciones de compra venta de inmuebles registrado en territorio bonaerense es el más bajo de la última década. “Hay que retroceder hasta los tiempos del corralito y el corralón para encontrar caídas similares”, remarcó Donsanto.
Los datos expresados cobran todavía más contundencia si se tiene en cuenta la cobertura territorial de la que surge el dato. La entidad que representa Donsanto reúne a unos 10.000 operadores inmobiliarios de los 135 municipios bonaerenses. Es decir que, en el último año, muchos operadores directamente no registraron operaciones.
“Desde nuestro Colegio hace tiempo que venimos alertando sobre la difícil situación que atraviesan los operadores inmobiliarios y todo el ecosistema que lo rodea: porque esta caída, en realidad, oculta el drama de miles de personas que no pueden comprar su casa y de otras tantas que, ante la depresión que sufre el mercado, no la pueden vender aunque lo necesiten porque deben resignar hasta el 20 por ciento del valor que esa misma propiedad tendría en un mercado sano”, detalló Donsanto.
Para Donsanto, las causas de semejante derrumbe hay que buscarlas en “la falta de financiamiento, primero” y “en la fuerte disparada que registró el dólar durante el último año”.
Para completar el panorama, .Jose María Sacco, vicepresidente de Martilleros BA, explicó además que “todo el mundo sabe que el inmobiliario es, tradicionalmente, un mercado fuertemente dolarizado. Entonces, quien hace un año necesitaba una suma de pesos para comprar su vivienda, un año después necesitaba el doble. En un contexto de caída generalizada de ingresos, es claro que muchos decidieron desistir de esa compra por tornarse inviable, más aún al no tener un instrumento clave para dinamizar este mercado y ayudar a los compradores: el crédito”.
La escasa actividad registrada en los últimos meses son producto, agregó Sacco, de la inercia de “algunos créditos vigentes” desde años anteriores y a “operaciones particulares que se atienden ante algún apremio”, esto es, propietarios que necesitan vender para disponer del efectivo para algún otro fin.